En el corazón de la Medina, en la encrucijada de calles sinuosas y el animado barrio Azbest, Riad Tchaikana desvela la imponente entrada de un elegante santuario. Esta encantadora casa de huéspedes ha sido meticulosamente restaurada, respetando los principios arquitectónicos tradicionales. La decoración representa una delicada fusión de África y Oriente: estuco, tadelakt, azulejos bejmat zelliges, madera de cedro tallada intrincadamente y piezas de arte traídas en nuestro equipaje te invitan a emprender un viaje. Experimenta el lujo discreto y la tranquilidad. Adornado con naranjos, el patio armoniza con el jardín clásico, un espacio para momentos compartidos donde esperamos ansiosamente tu llegada para tomar té. Nuestras recomendaciones, direcciones e historias enriquecerán tu estancia.

Puede cenar en el Riad y disfrutar de los talentos culinarios de Jamila. Un abundante desayuno de panqueques con la famosa Atika se sirve en la terraza: la icónica tierra roja de la Koutoubia de Marrakech se alza, las cigüeñas pasan y la intrincada Medina de las montañas del Atlas encanta. Arrullado por el llamado a la oración del muecín, saboreará el momento… Al explorar Marrakech, una ciudad antigua que ha abrazado diversas influencias, visitará los bulliciosos zocos y la medina, la Madrasa Ben Youssef, la legendaria plaza Djemaa El Fna con su entretenimiento, la Mezquita Koutoubia y el Palacio Bahía…

Tu curiosidad te llevará más allá de las murallas de la ciudad para descubrir los Jardines Majorelle, la ciudad moderna o los Jardines de Menara en un pequeño taxi o en carruaje tirado por caballos.